Frases Célebres de Confucio Tips Frases Celebres Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae. Aprende a vivir y sabrás morir bien. Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso. Aprender sin reflexionar es malgastar la energía. Aquél que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio. Aquel que sabe cuánto basta, siempre tiene bastante. Bondad en el padre, piedad filial en el hijo; gentileza en el hermano mayor, humildad y respeto en el menor; comportamiento justo en el esposo, obediencia en la esposa; consideración humana en los mayores, respeto en los menores; benevolencia en los gobernantes, lealtad en los ministros y los súbditos".(Ideal confuciano, basado en los principios del li y el jen). Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Cometer un error y no corregirlo es otro error. Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo; busca un nuevo camino para llegar a él. Cuando estamos frente a personas dignas, debemos intentar imitarlas. Cuando estamos frente a personas indignas, debemos mirarnos a nosotros mismos y corregir nuestros errores. Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo. Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano. Donde hay educación no hay distinción de clases. El buen líder sabe lo que es verdad; el mal líder sabe lo que se vende mejor. El hombre que al llegar a los cuarenta no se ha dado a conocer no es digno de que se le mire con respeto. El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor. El hombre superior es modesto en el hablar, pero abundante en el obrar. El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente. El hombre superior piensa siempre en la virtud; el hombre vulgar piensa en la comodidad. El ir un poco lejos es tan malo como no ir todo lo necesario. El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud. El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas. El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa. El mayor error es sucumbir al abatimiento; todos los demás errores pueden repararse, éste no. El que domina su cólera domina a su peor enemigo. El que nada se perdona a sí mismo, merece que se lo perdonemos todo. El que por la mañana ha conseguido conocer la verdad, ya puede morir al anochecer. El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia. En un país bien gobernado, la pobreza es algo que avergüenza. En un país mal gobernado, la riqueza es algo que avergüenza. Entre los animales; los pájaros vuelan; los peces nadan y los otros animales corren. Los que corren pueden ser detenidos por una trampa; los que nadan pueden ser detenidos por una red; y los que vuelan pueden ser detenidos por una flecha. Pero luego está el Dragón; no sé como viaja bajo el agua ni como recorre la tierra; no sé cómo cabalga en el viento ni cómo surca los cielos. Al Dragón nadie puede detenerlo. Hoy he visto a Lao-Tse y puedo decir que he visto al Dragón. Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres. Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad. Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto. Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable. Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro. Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos. Gobernar significa rectificar. Hay tres caminos que llevan a la sabiduría: La imitación, el más sencillo; la reflexión, el más noble; y la experiencia, el más amargo. La ignorancia es la noche de la mente, pero una noche sin luna y sin estrellas. La mujer es lo más corruptor y lo más corruptible que hay en el mundo. La música produce una especie de placer sin el que la naturaleza humana no puede pasarse. La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos. La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural. La sabiduría se preocupa en ser lenta en sus discursos y diligente en sus acciones. La venganza eterniza los odios. La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos. La virtud nunca se queda sola: aquel que la posee tendrá vecinos. Lo que más se necesita para aprender es un espíritu humilde. Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás. Los cambios pueden tener lugar despacio. Lo importante es que tengan lugar. Los defectos de un hombre se adecuan siempre a su tipo de mente. Observa sus defectos y conocerás sus virtudes. Los jóvenes y los criados son los más difíciles de manejar. Si los tratáis con familiaridad, se tornan irrespetuosos; si los ponéis a distancia, se resienten. Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos. Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí. Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo. No contestes a una palabra airada replicando con otra de igual tenor. Es la segunda, la tuya, la que seguramente os llevará a la riña. No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa. No es verdadera norma de conducta la que se descubre fuera del hombre, es decir, la que no deriva directamente de la propia naturaleza humana. No hagas a otros aquello que no te gustaría que te hicieran a ti, ni te hagas a ti lo que no le harías a los demás. No hay error en admitir que tú solo no puedes mejorar tu condición en el mundo; para crecer, necesitas aliados con los que crecer juntos. No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación. No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino. No te quejes de la nieve en el techo del vecino, cuando también cubre el umbral de tu casa. No todos los hombres pueden ser grandes, pero pueden ser buenos. Nunca des una espada a alguien que no es capaz de sonreir y bailar. Nunca hagas apuestas. Si sabes que has de ganar al otro, eres un tramposo...Y si no lo sabes, eres un tonto. Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil. Pensar dos veces ya es bastante. Perdónaselo todo a quien nada se perdona a sí mismo. Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón. Que se nos haga un agravio no significa nada, a menos que insistamos en recordarlo. Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes deberá acomodarse a frecuentes cambios. Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro. Saber comer es saber vivir. Saber lo que es justo y no hacerlo es la peor de las cobardías. Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber. Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad. Si no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte? Si sirves a la Naturaleza, ella te servirá a ti. Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo, los pájaros no hablan. Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes. Sin no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte?. Sólo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres. Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles. Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo. Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos. Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos. Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad. Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso. Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona. Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente. Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás? Ver la justicia y no hacerla es cobardía. Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Anterior Siguiente