Los diez pergaminos del vendedor Tips Ventas Me formaré en los buenos hábitos y seré esclavo de estos. El primer pergamino hace referencia a los hábitos y la importancia de estos. Según nos enseña el vendedor más grande mientras que los buenos hábitos conllevan el éxito, los malos hábitos lo hacen irremediablemente al fracaso. Saludaré este día con amor en mi corazón. En este pergamino, Og Mandino nos expone que el amor al prójimo nos hace mejores vendedores. Puede ser que duden de nuestro producto, de nuestro discurso o nuestra apariencia, pero si detectan el amor en nuestro corazón, o sea, si notan que somos buenas personas tendrás mucho ganado. Persistiré hasta alcanzar el éxito. En este pergamino vemos que la perseverancia es la cualidad más importante para que alcancemos el éxito. Ni el talento, ni la suerte, ni los contactos, servirán de nada si no perseveramos en nuestro intento de alcanzar el éxito. Soy el mayor milagro de la naturaleza. Todos somos seres únicos, y en lugar de caer complejos y tender a la uniformidad, debemos aceptarnos y potenciar dicha singularidad, puesto que diferenciarnos del resto es lo que nos llevará al éxito. Viviré este día como si fuera el último día de mi vida. Tenemos el tiempo que nos es dado, ni un minuto más. Y cada minuto es irrepetible y nunca volverá. Por eso debemos acostumbrarnos a aprovechar cada momento y no dejar las cosas importantes para después. Hoy seré dueño de mis emociones. Si permitimos que nuestras emociones nos gobiernen en lugar de lo contrario acabaremos fracasando sin remedio. Me reiré del mundo. El séptimo pergamino nos enseña la importancia de tomarnos los problemas con sentido del humor. Las desgracias llegarán, sí, pero no merece la pena lamentarse. Hoy multiplicaré mi valor un ciento por ciento. Al igual que se puede multiplicar el valor de un producto, en el octavo pergamino aprendemos a que esto mismo tenemos que hacerlo con nosotros mismos. Para ello debemos plantarnos objetivos cada vez más ambiciosos a medida que los vayamos cumpliendo. Mis sueños carecen de valor alguno. No es suficiente con plantearse metas u objetivos, sin un plan de acción que las acompañe no tienen valor alguno. Siempre a cada sueño debe acompañarle una acción, y nunca hay que tener miedo a fracasar. Oraré pidiendo directivas y orientación. Este es el último y quizás más controvertido pergamino. En él, Og Mandino parte de la premisa que todos tenemos un Dios en el que creemos, pero a ese Dios no debemos pedirle las riquezas materiales per sé, sino la guía necesaria para alcanzarlas por nosotros mismos. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Anterior Siguiente